Hay muchas cosas que puedes hacer para ayudarte a conciliar el sueño.

Una cosa importante es tener buenos hábitos de sueño, como:

  • Mantener un horario de sueño regular. Eso significa acostarse y levantarse a una hora similar todos los días.
  • Evitar beber café o alcohol por la tarde o por la noche.
  • Evitar la nicotina.
  • Evitar comer o beber cerca de la hora de acostarse.
  • Evitar tomar siestas al final de la tarde.
  • Dormir en un lugar tranquilo, oscuro y cómodo que no sea demasiado cálido.
  • Evitar mirar pantallas cerca de la hora de acostarse.
  • Tratar de salir al aire libre todos los días.

Todos estos hábitos de sueño son geniales, pero es posible que no te ayuden cuando estás acostado despierto en la cama. Lo que puede ayudarte a conciliar el sueño entonces es practicar técnicas de relajación. Algunas técnicas son la atención plena, las imágenes guiadas, un escaneo corporal y ejercicios de respiración profunda. Incluso puedes hacerlos todos juntos. Aquí hay algunos pasos sencillos que puedes seguir:

  1. Cierra los ojos e imagina un lugar favorito que te calme.
  2. Disminuye tu respiración.
  3. Relaja lentamente todos tus músculos, comenzando desde los dedos de los pies hasta la punta de la cabeza. Comienza en tus pies y avanza por tus piernas hasta tu estómago, luego relaja tu espalda, brazos, cuello, cara y finalmente tu cabeza.
  4. Disminuye tu pensamiento. Concéntrate con calma en lograr que tus pensamientos se detengan por completo.

Algunas personas que usan estas técnicas de relajación han podido conciliar el sueño en menos de 2 minutos. Puede tomar algo de práctica, pero si intentas esto todas las noches, deberías encontrarte durmiéndote cada vez más rápido.

¡Cuando se trata de conciliar el sueño, las técnicas de relajación pueden ayudar mucho!